20090912

Españoles, os quieo



Por si no lo sabías…
Cuando sonríes, y tu risa me acaricia, siento la curiosidad de leer entre sus líneas…nunca me funcionó demasiado bien la intuición, y sin embargo, por contagio yo también sonrío.
Me encuentro lo quiera o no en tus mares cada vez que me miras, me ahogo, me hago sirena. “Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da…”
La pasión que muestras en todo lo que haces me paraliza. Supe de logros una vez, y de alegría, pero nunca de metas, hasta que te encontré.
Cuando me cantas sin reparos, mis oídos se agudizan. Me abro a tus palabras, te presto mi oído, y hago una necesidad de que me prestes tu hilo. Girar…
Tu voz, que “sólo quiere verme bailar”. Escalofríos en las madrugadas, oigo cómo se estremecen los pingüinos, y no hay frío. Arameo, chino, ruso, griego…cualquier palabra, no entiendo, perdí esa batalla.
La forma en que me tocas. Me coges la mano, sustentas el día, derramas la noche y hay alegría. Luces de colores, me di a la bebida, me siento borracha, amo la vida.
Los momentos en que te quedas mirando al vacío, pensando en todo y en nada, son mi pozo sin fondo, mis aguas turbias y claras. Desconcierto y temor, seguridad y alevosía. Sabes por qué te pienso, no en lo que estás pensando.
Cuando no encuentras la palabra exacta, me busco por dentro. Veo claros y oscuros nadando, buscando un remo…tu foto en la pared, donde quiera que estés. Parto hacia ayer, recuerdos donde ni apareces ni aparezco.
Tus “nada” son mi “todo”, eso nunca tuvo remedio. Te llevo dentro, cogido con pinzas, la lámpara cuelga y yo sólo sé escribir lo que quiero. Lo que quisiera es verte, así, como te sueño. Me cuento…
El humor sarcástico e irónico que gastas, no es más, que más de mi ironía. Quisiera hacer de todo ello un modo de vida. Mi vida no tiene cabida y yo la río bajo una bombilla, y aún es de día.
Que cierras los ojos y muevas las manos. Batuta dorada que guía mis pasos, sin rumbo, perdidos, en tierra ajena. La propia tan lejos, y yo la siento tan cerca.
Los momentos en que me dices algo y siento que se me abre en dos el pecho. Es un fa, luego un si, luego un “qué sé yo”, si no sé nunca si sé lo que yo siento.
Instrumento, me duermo y sueño oyendo. Rodillas, cabeza, cuerdas y puedo ver acordes en la brisa. Siguen contándome desde lejos lo que permanece y lo que me irrita. Desde el sur y hacia el sur siempre van mis pensamientos, ya lo sabes, pero contigo vuelo.
Ser la dueña de tus miedos, tanto como yo “miedeo” eso. Y no dejes de pensar en mí, porque yo siempre te pienso. Te veo en la Alameda, te veo en Sierpes, Salvador, Triana…puente y aparte. Musicalidad de un reflejo. Mejor no te lo cuento. Aire…

No hay comentarios:

Publicar un comentario