20090913

Emulando una última canción



“Yo sólo quiero que sepas, no estoy aquí de visita y es para ti que está escrita esta canción”

Es curiosa la manera en la que afrontamos algunas despedidas. Me refiero a la gente de mi calaña, aunque nunca se puede incurrir en el error de generalizar, pero hay apéndices latentes en las personas que suelen vestir armaduras cuyos modelos se repiten al enfrentarse a diversas situaciones.

Lloro fácilmente cuando me siento impotente ante una injusticia, cuando soy consciente de que algo repercute de manera dolorosa en mi vida o en la de alguien cercano. Lloré con Fusión de Drexler y con El curioso caso de Benjamin Buton. Lloro cuando veo cambios positivos en las personas, cuando consigo algo ansiado…Igualmente lloré cuando vi por primera vez la cara de mi ahijado y moqueé en la despedida de la clase en la que más he aprendido en mi vida, en la de Metodología, aunque algunos sigan pensando que fueron lágrimas fingidas. En conclusión, excepto para cuando realmente me gustaría poder llorar, soy fácil de conmover.

Ahí hemos estado toda esta semana, tan caótica, tan repentina e inesperada. Quizás hayamos sido un poco cobardes. Sigo dándole vueltas a la idea de que inconscientemente hemos tomado la situación como oportuna excusa para volver a casa, nuestra otra casa. Deben perdonarnos, las raíces son las raíces, y eso es algo que incluso mi culo inquieto se ha llevado de aquí.

Pero retomando el momento de ese adiós, o como nosotros tenemos preferencia en denominar “hasta luego”…fue en el justo instante en el que el autobús comenzaba a regular para emprender su camino rumbo a Buenos Aires cuando mi rostro, (anaranjado por el autobronceador que he estado usando para poder volver con color a España) se inundó, mojándose de sensaciones, de recuerdos, de canciones y hasta de olores. Veía esos 4 rostros que nos acompañaron a la terminal y recordaba tantos otros, tan rotos como los silencios que ninguno de nosotros queríamos dejar descansar en los minutos sordos que nos acompañaban, y se me partía el alma, pero no fue evidente, hasta como decía, ese preciso momento en que el colectivo arrancó, como un reloj al que se le vuelve a dar cuerda. Parece que todo fuese con más velocidad desde ahora…

No es momento de analizar lo bello y lo menos hermoso de nuestra estadía, para eso ya habrá lugar más adelante y grandes páginas parea rellenar, cuando sea un poco más consciente, y que me aseguraré de que lleguen a quienes tengan que llegar. Pero sentía la imperiosa necesidad de dejar patente que todos hemos perdido y ganado las mismas batallas. Somos víctimas de la misma Sociedad, interpelados por la misma Ideología, controlados por el mismo Inconsciente, vinculados por la misma Ética incumplida, compartiendo un mismo Método de relacionarnos y entregarnos dentro de las Revoluciones intrínsecas en la etapa en la que vivimos Diacrónica y Sincrónicamente. Quién lo quiera y pueda entender, que lo entienda…

Navegamos en la misma felicidad y el dolor, aunque vivamos en distintos continentes, aunque parezca cierto eso de que siempre sufre más el que se queda. No me malinterpreten. Nuestro sabor es tan amargo como dulce, la melancolía, la ausencia de nuestros vínculos cotidianos son directos causantes de la mezcla de sentimientos que nos invaden. Por un instante sí me hundí, reconozco mi torpeza, llegué a claudicar en un “puede que nunca los vuelva a ver”. Ya pasó, o como diríais “ya fue”…estoy feliz, estoy contenta, voy a poder disfrutar antes de lo esperado de los míos, y sé que dejamos en el camino a suficiente gente que merece la pena como para que no sea ningún esfuerzo volver.

Todo se ha transformado de un modo inverosímil en un “toma y daca” de amor. Cada pequeña relación en las despedidas se ha identificado como profundas muestras de una marca en las personas. Me alegra saber que no soy la única que se lleva algo de todos y cada uno de los personajes que han pasado por mi vida durante mi estancia en América Latina. La construcción y estructuración de “la galle”, o “pilita” se ha visto inmensamente amplificada gracias a cada uno de los pequeños fragmentos de yerba mate que hemos compartido. Soy mejor persona porque he conocido a grandes personas de las que tomar ejemplo. Tengo mayor conocimiento porque me he encontrado con gente que ha sabido mostrarme su parcela del mundo desde otros ojos críticos. Soy más sabia y experimentada porque he sufrido golpes y me han ayudado a levantarme. Me ahogo en menos vasos de agua porque hubo quien los vació todos con tal de verme sonreír. No me pidieron nada a cambio, y sin embargo me alegra saber que he podido dar lo mismo y sin solicitar tampoco ningún tipo de trato.

Sois grandes, sois gigantes, el futuro está en vuestras manos. Gracias a vosotros aún hay esperanza. Gracias a vosotros una no se acuerda de los mal sabores y sin sabores. Como diría la maestra Coria “ustedes son mi memoria”, y espero en unos días poder poner en palabras menos banales todo al agradecimiento y amor que tengo, y por qué no, liberarme de los resquicios de resentimiento que me puedan quedar acerca de algunas personas de su más que bello pero desaprovechado (ay los abusos de poder político…) país.

Sos re-copada Argentina, son re-copados argentinos. Los amo y no estuve aquí de visita, vine para vivir, y gracias a ustedes lo conseguí. Ya son parte de mi canción, sigan cantando conmigo. Estoy ahí…

5 comentarios:

  1. Anónimo13:24:00

    Ya adivino el parpadeo
    de la luces que a lo lejos
    van marcando mi retorno,
    son las mismas que alumbraron
    con su pálidos reflejos
    homdas horas de dolor
    y aunque no quise el regreso
    siempre se vuelve al primer amor,
    la quieta calle, que en el eco dijo
    tuya es mi vida, tuyo es mi querer
    bajo el bulon mirar de las estrellas
    que con indiferencia hoy me ven volever.
    Volver con la frente marchita
    las nieves del tiempo, platearon mi sien
    sentir que es un soplo la vida,
    que 20 años no es nada
    que febril la mirada
    errante en la sombra te busca y te nombra
    Vivir, con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez.
    ........ (la musica vos la pones)

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  2. "Pero el viajero que huye, tarde o temprano detiene su andar!"

    a quién debo estas hermosas líneas?
    Me has dado un título e ideas para una nueva entrada. Gracias

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  3. Anónimo17:16:00

    Pues aunque no te lo creas, que lo harás, soy un pobre "Gallego" ¡censurado! (oh, mi secreto he desvelado). En cualquier caso me alegro de haberte servido de algo (tu a mi tambien con tu Blog).

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  4. ¬¬

    si es que tengo que quererte...

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  5. Anónimo11:20:00

    .............................(.......)

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